Que sigan cayendo

El lunes se amontonaron dos grandes resacas: la electoral y la de mi cumple donde me cayó un maratón de años que, mejor o peor llevados sitúan al que escribe en un más que probable, toco madera, medio camino de la vida. No entiendo a esos que no dan importancia a este tipo de fechas, en mi casa han sido siempre y seguirán siendo una fiesta, no me cabe en la cabeza que alguien pueda olvidar el de algún familiar o peor aún, aquellos que olvidan (o dicen olvidar) el suyo propio. A finales de abril yo ya me voy poniendo nervioso pensando en el que seguirá cayendo, balanceando lo vivido en los últimos doces meses enfocando lo que se deja entrever por el horizonte. Este año además mis hijos me han regalado un tarjetón pintado y escrito a mano en el que, entre otras cosas, me agradecen la ayuda, los abrazos, el amor y…. ¡las tareas que hago en la casa! Está mal que lo diga, pero qué bien educados tenemos a estos niños que serán pronto adultos y se enfrentarán a sus primeras decisiones políticas. Hay que celebrarlo.

La personal se entremezcla con la electoral, crecer en años es asimilar los resultados de las votaciones sin enfadarte, es tener claro que todo lo dicho por cualquiera hasta la fecha suele ser papel mojado cuando finalizan los recuentos, sin dolores de cabeza, malos rollos ni vergüenza ajena. Así es lo que tenemos y así va a seguir. Líneas rojas convertidas en pactos y declaraciones institucionales inamovibles por un quítame allá esas pajas. Porque al final quedan las personas, se olvidan los partidos y las siglas que seguirán cayendo y sólo permanecen las amistades y el trabajo serio. Gentes de todo el país y de todo color con los que tienes la suerte de llevarte estupendamente, que eran políticos el domingo por la tarde y ciudadanos de a pie el domingo por la noche. Y viceversa. Qué locura de elecciones. Qué necesario todo. Un batiburrillo de votos que decanta la balanza en media España. Así es la democracia, bendita sea. Claro, también hubo que celebrarlo.

Leí en algún lugar que de nada vale la cantidad de contactos que tengas, sino cuántos de ellos te responderán con una sonrisa cuando quieras localizarlos. Por mi cumpleaños el teléfono no dejó de sonar ni un segundo, como siempre. Por las elecciones no dejé de hacer sonar multitudes de teléfonos, como siempre. Reconociendo el buen trabajo ajeno o dedicando palabras de ánimo. Cuando hay cercanía el resto pasa a un segundo plano.

Esto es lo que no tiene precio, esto es lo que te hace crecer. Esto es lo que por tu parte hace crecer a otros. Esto es la vida y que sigan cayendo los años y las ideologías.

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
29 de mayo de 2019

Los “fantásticos” debates televisivos

Siempre me pasa lo mismo cuando escribo de política. Me tiro días dándole vueltas a un argumento en forma de pensamiento, a cómo plasmar expresando con palabras lo que tan fácilmente surge y se expande en el cerebro. Construyo en mi cabeza una tesis aparentemente tan sólida como las catedrales, visualizo el certero título, pongo cara a los líderes del país que se presentan a las elecciones de este domingo y me lanzo al teclado tras tragarme los “fantásticos” debates televisivos, con todas las acepciones posibles del adjetivo. Entonces me da la pereza extrema de haceros perder solo un minuto de vuestro valioso tiempo leyendo esta columna. Pero hoy, visto lo visto, me armo de valor y, pidiendo perdón por adelantado, expongo lo siguiente:

¿Soy el único al que le da bastante miedo ver cómo mucha gente habla de su voto en general, sin diferenciar que tenemos por delante cinco elecciones diferentes, con cinco situaciones diferentes y cinco opciones que pueden/deben no ser la misma? En pocas semanas tenemos generales (Congreso y Senado), municipales, autonómicas y europeas, lo cual supone que tienes a mano elegir al presidente del Gobierno de tu país junto a diputados y senadores, al alcalde y concejales de tu ciudad, al presidente y diputados regionales de tu comunidad autónoma y a los representantes españoles frente a Europa que en el fondo elegirán al presidente del Parlamento Europeo. Da vértigo, ¿no?

¿Todos los partidos te ofrecen lo mismo en cada uno de estos escenarios?

Evidentemente NO.

Pues joder, piensa un poco antes de cada voto.

Partiendo de la base de que es imposible convencer a nadie de cambiar una elección que muchas veces proviene del arraigo social, educativo, económico, familiar o religioso, doy de esta manera por sentado que solo el tiempo puede hacer girar un poco las velas, cambiar el rumbo y decidir modificar ciertas creencias conforme a exclusivamente propias experiencias. Entonces, por más que yo (o quien sea) intente convencerte de algo, sólo me escucharás y asentirás si estás alineado conmigo. En caso contrario, el efecto rebote es tan grande que solo provocaré profundizar aún más tus raíces. No hay duda de que intentar argumentar con quien sea de temas políticos es nocivo. Y peor en época electoral. Y ya tenemos un triple mortal con tirabuzón si lo que aparece por delante son cinco elecciones diferentes.

Todos se aferran a que los indecisos pueden liarla y esa es la verdadera pena viendo cómo el absentismo sigue campando a sus anchas en nuestras urnas, con cerca de 4 de cada 10 votantes pasando completamente del asunto. De los cinco asuntos.

Si no hacemos política, nos la hacen. Pues eso, hagámosla con lo único que podemos: nuestro voto.

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
24 de abril de 2019

Más pensar y menos ladrar.

Mezcla de compasión y cabreo. Así me siento cuando recibo ciertas críticas a los habituales comentarios políticos que realizo en redes sociales. Y mira que me muerdo la lengua, la educación está por encima de las creencias, o al menos así lo pienso.

Compasión por esos que sólo conocen una parte del todo, que no se plantean tener amigos que no sean de su cuerda, que siguen anclados en la conspiración, en la batalla.

Cabreo por esos que no entienden que no existe un partido con el que se pueda estar de acuerdo en su totalidad. Ya lo decía alguien en Twitter, muchos buscan sectas, en lugar de siglas políticas.

Nacho Tomás - Más pensar y menos ladrar.

Ciertas personas se cortocircuitan si alguien tiene criterio propio, si alguien piensa que una buena idea es buena venga de quien venga. Animales, no se me ocurre otra definición más acorde. Ladran, luego evolucionamos.

No doy cheques en blanco a nadie, comparto visiones de casi todos y del mismo modo suelo criticar lo que me parece mal. Voté por primera vez el 28 de mayo de 1995, en las Elecciones Autonómicas, recién cumplidos los 18 años. Desde aquel día hasta hoy mi voto ha variado mucho, he metido en el sobre papeletas de todos los colores, pensando con mucha tranquilidad lo que me convenía en cada momento. A veces he antepuesto mi situación personal a la social, otras la familiar a la empresarial. Os recomiendo hacer este ejercicio de sanidad mental y democrática la próxima vez que tengáis delante una urna electoral.

Más pensar y menos ladrar.

 

 

 

.