¿Por qué no me gusta Klout?

Tras muchas discusiones que no caben en 140 caracteres, he decidido escribir este post en el que dar mi opinión sobre los medidores de influencia en Redes Sociales en general y sobre Klout en particular.

Para el que no lo sepa, Klout (junto a otros indicadores como PeerIndex, Kred o Radian6) elabora una especie ranking/puntuación que en función de una fórmula (para ellos tan secreta como la de CocaCola) mide tu influencia, calculada normalmente de 0 a 100.

Comenzaré exponiendo que mi Klout, a día de hoy, es de 70 puntos, lo que puede considerarse alto o muy alto. ¿Por qué digo esto? Porque mucha gente piensa que sólo lo criticamos los que no alcanzamos cierto número o algo así. Pues no, señores, lo critico porque pienso que no es útil, no es preciso y, lo peor de todo, no es real. Creo que no hay que investigar mucho para saber la influencia que tiene cada persona en redes sociales, no me hace falta saber su Klout para confiar en mayor o menor medida en sus publicaciones.

Klout

Pero como lo mejor en estos casos es poner experiencias sobre la mesa, en lugar de tanta letra e hipótesis, enumero las causas de mi descontento con este indicador:

  • Cantidad en lugar de calidad: para Klout es más influyente alguien que escribe, por ejemplo, 300 tuits en un día y recibe un total de 150 interacciones (50% de «efectividad» si se me permite la expresión) que alguien que tuitea sólo 10 tuits y recibe 100 interacciones (1.000% de «efectividad»). Aquí me podéis criticar con razón, pues acabo de inventarme un método de influencia propio.
  • Equipo humano: Según su propia web, para elaborar el algoritmo de Klout han trabajado muchos ingenieros y técnicos, pero no mencionan que hubiera ningún psicólogo o especialista en marketing en su equipo.
  • Endogamia: El índice Klout aumenta con los +K (los puntos que se intercambian entre usuarios de Klout). O sea, que si no usas Klout, pierdes la oportunidad de subirlo.
  • Publicaciones en tu muro de Facebook: Para Klout, que publiquen en tu muro es síntoma de influencia. Pero claro, yo tengo el muro cerrado para huir de las invitaciones a las famosas granjas, evitar las etiquetas de fotos tontas o eludir el SPAM. De esta forma no sumo Klout por hacer un uso, en mi opinión, adecuado de Facebook. Toma ya.
  • Personas famosas y sus Klout:
    • Españoles: Perez Reverte y Mariano Rajoy tienen ambos un 78.
    • Murcianos: Maldita Nerea tiene un 65 y Raquel Sastre un 68.
    • Que yo tenga más influencia que Maldita Nerea o Raquel Sastre clama al cielo, pero que Rajoy o Perez Reverte no tengan un 100 (o al menos uno 90 alto) es de chiste, pues cada vez que abren la boca en Twitter, son TT (trending topic) casi instantáneo.
  • Medición a lo bruto, de forma total en lugar de relativa: explicado en el punto de «Cantidad en lugar de calidad»
  • Corto plazo: sólo contabiliza las interacciones efectuadas en el mismo día. Muchos de mis seguidores sólo entran 2-3 veces por semana a redes sociales, e interactuamos cuando ellos pueden. Esto no es contabilizado por Klout.
  • La gota que colmó el vaso: El pasado 27 de Mayo de 2012 cumplí 35 años. Recibí muchísimas menciones en Twitter y otros tantos «Me Gusta» y comentarios en Facebook. Deberían rondar los 100 o así por red. Resultado: Klout me bajó el ranking varias décimas tres o cuatro días después, que es cuando contabilizó esas interacciones. (¿¿??)

En Junio de 2012, semanas después de aquel cabreo infantil, cerré mi cuenta de Klout. He vuelto a abrirla para ver qué tal, reconozco que lo miro y me gusta que suba, pero eso no es óbice para que siga criticándolo hasta que considere que funciona mejor. De hecho, en las últimas semanas he publicado tweets con 3o RT, o he posteado cosas en Facebook con 100 «Me gusta» y el Klout sigue sin moverse. Esta es mi opinión, puede que la tuya sea diferente. Estaré encantado de leer tus comentarios, seguro que tienes mucho que aportarme..

Una retirada a tiempo.

El 18 de Octubre de 2011 el deporte volvió a mi vida. Salí a correr. Casi dos años y medio y 2.600km después, he sufrido mi primera lesión. 

Desde siempre he practicado algún deporte, aunque sólo baloncesto a nivel competición (ligas municipales de Madrid) y nunca había tenido ningún susto como este. Bueno, he tenido esguinces, torceduras y escayolas como todo el mundo. Pero tan frustrante, nada. Tras varias semanas de preparación para la mítica Media Maratón de Santa Pola, en el kilómetro 8, la rodilla derecha levantó la mano y dijo «aquí estoy yo». Iba sobrado, a un ritmo de 4:45 min/km aproximadamente, reteniéndome y sabiendo que podría haber apretado mucho en la segunda parte de la carrera. A ojo, creo que, viento mediante, habría rondado 1h 38m, lo que sería mi mejor marca personal.

Rodilla Santa PolaAsí (no) acabé la Media Maratón de Santa Pola.

Un agudísimo dolor impidió que diera un paso más, obligándome a ser atendido por las asistencias de la prueba. Me inyectaron un Voltarén intramuscular, fui al coche a cambiarme, me dirigí al bar más cercano. Mientras Antonio Rentero y Nacho López de Sa, mis dos compañeros de andanzas esta vez, terminaban, y me tomé 2 tercios de Mahou 5 Estrellas. Tristeza, frustración, rabia, pena e impotencia se daban codazos por entrar en mi cabeza mientras el alcohol y el antiinflamatorio actuaban de seguratas. Llegué a Murcia y por la noche los dolores volviero, fuí a urgencias y descartaron lesiones de gravedad, así que me vendaron y recetaron 5 días de reposo relativo.

Aquí estoy, a martes, subiéndome por las paredes, aunque imcumplir, por obligaciones laborales, el reposo, ayuda bastante. No podía imaginarme lo bien que sientan los ánimos recibidos, por redes sociales, whatsapp o directamente, llamando. Sois grandes. Y yo, ahora, pequeño. Gracias.

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Todo es Marketing.

El otro día me volvieron a preguntar qué es para mí el Marketing. Mi respuesta fue decidida: Todo es Marketing.

Verano de 1996. Selectividad aprobada. Fin del instituto.

Mi nota no era lo suficientemente alta como para estudiar alguna ingeniería, en principio la rama en la que siempre había planteado enfocar mi carrera laboral, aunque no era tan baja como para no permitirme elegir entre varias opciones. Finalmente me decanté por la Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas (ADE), sonaba bien, una nueva titulación en Murcia que compartía mucho temario con Económicas y Empresariales, aunque más enfocada a la empresa, con contenido práctico y menos conceptos teóricos globales. Fueron 5 años durísimos, durante los cuales muchos compañeros se pasaron a la Diplomatura de Empresariales, se cambiaron de Universidad o, directamente se la dejaron. Me gustó desde el principio mucho la parte de Dirección y muy poco la parte de Administración, que considero reservada a personas mucho más preparadas y pausadas que yo.

Prácticamente todas las asignaturas optativas y de libre configuración que elegí eran de Marketing, uno de los cuatro perfiles en los que podías especializarte (aunque debo reconocer que también saqué algún crédito jugando al Golf y haciendo trabajos muy sencillos de Informática).

Ahora me doy cuenta que hace ya 17 años comencé mi relación con esta interesantísima materia. Curioso que tanto tiempo después, sea miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Antiguos Alumnos de esta Factultad (A4FEEM)

FEEM Murcia

Mi primer trabajo serio (sin contar los años de repartidor de pizzas y clases particulares) estaba muy relacionado con el Marketing, y especialmente con la Publicidad (una pata del anterior). Nos dedicábamos a la Promoción de Artistas, por lo que teníamos que «venderlos» adecuadamente, ya no sólo al Ayuntamiento de turno que contrataba el concierto, sino al público que debía comprar las entradas. Aquí comenzó el contacto con radios, prensas y televisiones, principalmente locales. Además conocí España entera.

Más adelante entré directamente en el mundo de los Medios Nacionales, y este caso, de la mano del Departamento de Marketing y la Dirección Comercial, debíamos vender la publicidad gracias a la cual el medio en cuestión sobreviviría. En estos años aprendí muchísimo sobre diversos conceptos interrelacionados con la mercadotecnia. Después de la experiencia universitaria, fue el tiempo en que más me formé. Agradecimiento extremo.

Publicidad

Luego hubo un periodo de ajustes personales en los que trabajé en varios Departamentos de Comunicación (otra pata del Marketing) conociendo otra, y muy interesante, vertiente de este insondable campo. A la tumba me llevaré esta frase: «Lo que eres habla tan a las claras que no se escucha lo que dices”.

Actualmente compagino la Gerencia en N7, empresa dedicada a las Redes Sociales, Publicidad y Marketing, con la Dirección Comercial en Radio Online Murcia, en la que también se engloba (somos aún pequeños y tenemos que arrimar el hombro) el Departamento de Marketing y las Relaciones Públicas.

Toda una vida académica y profesional relacionada con la materia protagonista de este post. Es por tanto un orgullo y una responsabilidad participar a día de hoy en varios programas de formación (master, post-grado, MBA, ponencias…) y haber vivido en propias carnes el arranque de Marketeros Nocturnos en España.

Marketing

Y, ¿por qué este post? Porque voy a intentar escribir más artículos relacionados con el Marketing y todas sus vertientes en las que crea que tengo algo que aportar, ya sea debido a mi experiencia académica, laboral o simplemente, debido a mi curiosidad.

Espero que sigan llegando vuestros comentarios. Son, sin duda, lo mejor de mi blog..

Mi primer Duatlon (Elche 2012)

Domingo 16 de Diciembre, 8 de la mañana, cielos nublados y 13ºC de temperatura, aunque no va a llover y no hace frío. Es un día perfecto para una carrera que afronto con muchas ganas. Murcia desierta. Me gusta. Está amaneciendo mientras conduzco mi coche dirección a Elche. Estoy acostumbrado a salir a correr a estas horas, incluso antes, de noche cerrada, pero no es lo mismo. Los días de carrera los nervios te hacen ver todo de otro color. Incluso así estoy más tranquilo que de costumbre, he preparado esta prueba con ganas y con cabeza, aunque desde el jueves pasado he bajado algo el ritmo, ya que he tenido comidas y cenas encadenadas día tras día. Espero que no me pasen factura.

Duatlon Cross Elche 2012 - Duatcross Elx

Voy a correr mi primer Duatlon, y encima Cross, consistente en 7 km corriendo, 22 km en MTB (bici de montaña) y por último 3.5 km corriendo de nuevo. En la lista de inscritos aparecen 334 valientes. Llegamos a Elche, voy con Javi y Domingo, aparcamos los coches y el aire ya huele a carrera. Ambientazo en el aparcamiento. Me fijo en la equipación de los demás. Primera novatada del día: se me ha olvidado el reloj. Hace tiempo que corro sin pulsómetro, pero me gusta, por lo menos, saber qué tiempos de carrera voy haciendo. Me relajo pensando que iré junto a Javi hasta el tercer sector, tal como habíamos quedado y me puede ir cantando los parciales mientras tanto. Recogemos los dorsales y el chip. Es mi primera carrera con bici de montaña y me entregan unas bridas para fijar el número al frontal. Comienzan los nervios.

Siguiendo los consejos de mi amigo (y Ironman) Oscar me he comido un plátano a las 9, una hora antes de empezar. Dejamos las bicis en boxes y nos dirigimos a la salida.

Duatlon Cross Elche 2012 - Duatcross Elx

Con puntualidad suiza comienza la primera parte a pie. Por delante 7km urbanos mixtos de asfalto y tierra. El recorrido es precioso, por la orilla del río Vinalopó, pasando por el Parque Municipal, subiendo rampas y escaleras, aunque prácticamente llano. Voy junto a Javi, dosificando. Hemos empezado en la cola y tenemos que recuperar algunas posiciones naturales antes de buscar nuestro ritmo. Ya desde el principio noto que voy bien. Debemos rondar los 4:00 min/km, un ritmo más que aceptable para este primer sector, así que nos mantenemos. Me distancio algo de mi compañero, pero seguimos bastante juntos. El pelotón se alarga. Estoy disfrutando.

Tanto que se me hace cortísimo (en realidad según el Garmin de Javi son 6km, nunca entenderé el motivo de estos errores de cálculo en las mediciones de las distancias. que suele suceder tan a menudo. Al final lo que cuenta es el puesto en el que llegas, está claro, pero las medias se distorsionan y no ayudan al control post-carrera). Llego a boxes muy fresco y me dispongo a realizar la primera transición. Debo estar entre los 100 primeros. Me quito las zapatillas de correr y me pongo las botas de calas, el casco y la chaqueta. No consigo subir la cremallera. Ya lo haré en marcha, pienso. Los guantes también se me atragantan y pierdo unos valiosos segundos. Giro el dorsal hacia atrás, descuelgo la montura y comienzo el segundo sector. Nunca había practicado esta transición correr-bici por lo que los primeros metros voy con miedo. Pero no. No pasa nada. O eso creo.

fotoconchip (1) copia

El circuito de la MTB comienza por asfalto pero poco dura la tranquilidad, enseguida salimos de la ciudad dirección norte. Tierra. Senderos técnicos. Subidas. Muchas subidas. Más de lo que podía pensar. Estuve varios días buscando el perfil de este tramo por internet, envíe correos a la organización, comenté en la web, pero nada, sin respuesta. Un negativo para ellos. La bici es mi talón de Aquiles y es el sector más importante de este tipo de pruebas, por lo que se torna en determinante.

Decir eterno es quedarse corto, se me está haciendo interminable. Multitud de adelantamientos, y yo sigo sin poder evitar dar ánimos a los que lo hacen. La mente es poderosa y sé que a veces suplo mi falta de calidad con un espíritu de ganador. Los ánimos que les doy son mi autosugestión. No tengo, como otros, la obsesión de no pinchar, de hecho me dejé la cámara de repuesto y las herramientas en el coche. Sabía que no me iba a pasar. Con toda esta movida mental consigo ir haciendo kilómetros. Llevo 1 hora y media a tope y, por primera vez en mi vida, se me suben los gemelos. Es una sensación rara. No llega a ser dolorosa, es extraño. Me sucede cada vez que tengo que subir a la bici tras varios tramos en los que tenemos que bajarnos. Las rampas son de vértigo y además, cuando se para el de delante, no hay espacio para adelantar. Y viceversa. Cuando me paro no dejo espacio al resto. Tengo que aprovechar para estirar en las zonas de bajada. La anterior transición que no había practicado está tomándose la revancha. Tramos rompepiernas y una dureza sin igual en mi poca experiencia en MTB. Eso sí, entorno inigualable.

La parte final, en cambio, disfruto como nunca, cojo un buen ritmo, al ser descenso, y recupero varias posiciones. Al final he perdido unos 50 puestos en algo más de 1 hora de recorrido. Estrechísimos senderos, algunos saltos y el asfalto zigzagueante del Parque Infantil de Tráfico me alegran el sector. Llego a la zona de boxes cuando los primeros clasificados ya están entrando en meta. Vaya máquinas, pienso, mientras echo pie a tierra y busco mi número. 143.

Duatlon Cross Elche 2012 - Duatcross Elx

Dejo la bici lo mejor que puedo, me tiemblan un poco las piernas, y me quito las botas, el casco, los guantes y la chaqueta. Pierdo casi un minuto para poner y atarme de nuevo las zapatillas. Nota mental: traer un calzador para la próxima vez. Giro el dorsal hacia delante, normas de los triatlones-duatlones y salgo zumbando a comerme la parte final. Los primeros pasos, como siempre tras dejar la bici y ponerse a correr, son especiales. Una sensación similar a la de tener las piernas dormidas. Me gusta este momento. Además, como ya lo conozco, sé que dura poco. En cuanto giro de nuevo hacia el río, noto que estoy muy fuerte. Tanto que no paro de adelantar en todo el recorrido. Una pena que sea tan corto este sector. El recorrido, de nuevo, es una maravilla. En los escasos 11 minutos que necesito para completarlo debo adelantar a unos 40 participantes. Mi sorpresa es que en esta última parte hago el 47º mejor tiempo.

Cuando no debe quedar más de 1 km para el final, oigo como la gente anima a dos corredores que llevo por delante. ¡Son las primeras chicas! Voy a por ellas vaciándome por completo y consigo alcanzarlas en la última curva, antes de enfocar la recta de meta. Adelanto a una de ellas, pero la otra pega un hachazo que me deja totalmente descolocado y consigue sacarme unos metros para entrar un puesto por delante. Me alegro por ella y soy el primero en felicitarla. Deja vu. En la carrera de Aidemar de este verano, también quedé justo por detrás de la primera fémina. No sé qué pensar. Bueno sí. En el fondo es un puestazo, estas chicas van como motos. Como dice un amigo, si me cambio de sexo, medalla fijo.

Duatlon Cross Elche 2012 - Duatcross Elx

Resumiendo:

  • 1ª Carrera a pie: 26:44 – Puesto 117
  • Transición 1: 1:38
  • Carrera MTB: 1:07:44 – Puesto: 148
  • Transición 2: 1:35
  • 2ª Carrera a pie: 11:40 – Puesto: 47
  • TOTAL: 1:49:21

Acabo finalmente en el puesto 131, el 95 de mi categoría. Sólo mejorando las transiciones para conseguir el tiempo medio del resto, habría quedado sin problemas entre los 100 primeros. La bici se me ha vuelto a atragantar, aunque el postre de la segunda carrera a pie me va a dejar la sonrisa en la cara durante bastante tiempo. Como si lo viera.

Mi primer Duatlon ha sido más duro que mi primer Triatlon, y eso que estaba más preparado. La parte a nado no castiga las piernas tanto como correr. Además, en total han sido 17 minutos más de caña. La cara de la foto en meta lo dice todo, ¿verdad?

Duatlon Cross Elche 2012 - Duatcross Elx

Como guinda al pastel, me llevo haber compartido la experiencia con Javi Pascual (retomando una amistad de hace años) y haber conocido a Domingo (pedazo de crack). Para celebrarlo, nos hemos ido a comer los tres juntos, un homenaje como merecemos. Pagó el último, pero eso, como siempre, es lo de menos..

La letra con pasión entra.

Desde siempre me ha parecido admirable la capacidad de enseñar de los maestros.

Recuerdo perfectamente a aquellos míticos profesores del colegio que consiguieron que aprendiera las bienaventuranzas, que entendiera cómo funciona el clima, cómo se hace una raíz cuadrada, cuáles son las capitales de todos los países de Europa o cómo diferenciar el reino, tipo, clase, orden, familia, género y especie de cualquier animal… Conceptos que, a día de hoy, se mantienen intactos en mi cabeza. O ese otro en la Universidad que, como por arte de magia, hizo posible que me cuadrara un balance, me convenció de la utilidad del álgebra lineal, hizo que fuera hasta divertido el Derecho Mercantil, logró que prestase atención a la Econometría o me abrió la mente con sencillas, pero magistrales, explicaciones sobre la Publicidad y el Marketing.

Pero también recuerdo perfectamente la otra cara de la moneda. Amargados integrales que, en lugar de oficio, hacían de su trabajo un tormento para sí mismos y un suplicio para los alumnos.

Por lo que a mí respecta, me considero un nefasto «enseñador». Llevo semanas intentando explicar a mi hijo la diferencia entre «ayer» y «mañana» y no hay manera, y soy de los que no tienen paciencia para explicar por teléfono a mi padre cómo solucionar un problema con su correo electrónico. Por ello tomé como un reto el hecho de dar clase en varios cursos en 2012 (me estrené el año pasado dando la clase de Oportunidades de Negocio en el MBA de la Universidad de Murcia), y comencé el 10 y 17 de Noviembre con Introducción al Marketing y Publicidad, una asignatura de compartida en el Master de Dirección Comercial y Marketing y el Master de Community Manager de AMYCA Centro de Negocios.

Poniendo toda la pasión que soy capaz (que no es poca) me lancé durante semanas a preparar las dos jornadas, de 4 horas cada una, con presentaciones repletas de ejemplos, conceptos, experiencias, vídeos, noticias, etc… En enero completaré el curso con el MBA de la Universidad de Cartagena. Creo sinceramente que el resultado ha sido estupendo.

Ahora me toca la parte más divertida: como parte del trabajo he tenido que poner un exámen-tarea a los alumnos, que estoy deseando recibir y corregir. Se trata de un caso práctico, en el que poniéndose en el papel del Responsable de Marketing o Director Comercial, según el caso, afronten situaciones reales y ofrezcan soluciones factibles y perfectamente argumentadas, usando para ello los conceptos explicados en las clases.

Seguiré informando..

El valor de un Follow

Una de las mejores cosas de Twitter es que puedes mantener conversaciones de calidad. En Facebook también las he tenido, sigo siendo heavy user de la red social de Mark Zuckerberg, pero hoy hablaré del pajarito. Estos contactos de calidad suelen producirse por tres causas. 1) Lees un tuit de alguien al que sigues. 2) Alguien que te sigue te lee a tí. 3) Alguien de tu TL o el suyo hace un RT y te llega, en una especie de rebote. Normalmente las discusiones tratan sobre temas en los que uno está más al día, tiene más conocimiento o, simplemente, te interesan más o te sientes más cómodo. O incluso a veces no tanto, pero es bueno aprender. Al igual que yo aprendo de casi todos a los que sigo, de mí aprenden otros tantos de los que me siguen. Bien.

El tema se torna curioso cuando, tras varias de estas interacciones con algunas personas, caes en la cuenta de que no les sigues o no te siguen. Tampoco es algo que me quite el sueño pero, por lo menos yo, sigo a casi todas las cuentas que han hablado conmigo y me han aportado algo. Ya tengan uno o cien mil followers. No sigo porque me sigan, sino por afinidad. Es una forma de respeto digital, de cortesía 2.o. Cierto es que a veces Twitter falla y realiza los famosos unfollows automáticos, por eso, de vez en cuando, reviso la lista de seguidores, por lo menos cuando vuelvo a cruzarme con esas cuentas y compruebo que, quizá por azar, ya no las seguía. Lo soluciono y a volar (nunca mejor dicho).

El colmo de los colmos se produce en los eventos (de cualquier tipo) en los que conoces a montones de interesantísimas personas (y otras tantas no tanto). Por supuesto que es normal que no puedas interactuar con todos pero, incluso en las ponencias más multitudinarias que he vivido (actuando de oyente o de ponente) intento conectar con todas y cada uno de las personas con las que hablo y me parecen interesantes. Y más si se trata de hablar en persona, de darse la mano. De mirarse a los ojos. Será que soy buenísimo para las caras. Nunca las olvido. Para mí es una auto-imposición intentar no olvidar nombres y, en la era digital, con miles de apoyos para esto a nuestro alcance, una de las mejores opciones es preguntarle si tiene cuenta en Twitter y seguirle ipsofacto.

Lo que me impulsó a escribir este post fue leer el tuit en el que un chico se jactaba de no seguirme. Alguien con quien llevaba tiempo hablando por Twitter, y llegué a conocer en persona en una charla en la que intercambiamos impresiones aún por encima de su extraña timidez. Sus motivos tendrá, no lo dudo. Pero vamos, creo que era un comentario «ahorrable» por su parte. Y más después de una falsa actuación estelar en persona.

Resumiendo, escribo este post cansado de encontrarme con divos de postal virtual que no mantienen el tipo ni las formas en persona y que expresan sus complejos frente a una simple pantalla de ordenador, o smartphone. Más smart que sus propios dueños.

 

 

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¿Twitter o Facebook? El combate del siglo.

¿Quieres más a papá o a mamá?

A quién no le han hecho esta puntiaguda pregunta siendo niño. Cualquier hijo algo despierto reponderá: «Depende», con mucha razón y grandes dosis de diplomacia. Seguro que rondan tu cabeza otras muchas preguntas de este inefable calibre.


Foto de Turankeo.com

Últimamente oigo decir que a Facebook le quedan dos siestas, bueno, realmente cada cierto tiempo los catastrofistas atacan. Por cierto, estos mismos agoreros suelen ser los que se lamentan de los cambios que, a menudo, se producen en las redes social. Con lo que a mí me gustan…

La moda es Twitter, lo cool es Twitter. Pues bien, creo que elegir una u otra red social depende del fin de la campaña. Os aseguro que a día de hoy sigue teniendo, en prácticamente todos mis clientes, más repercusión Facebook.

Twitter es inmediatez, rapidez, un centro rojo en una diana de dardos, un suspiro.

Facebook es multitud, constancia, permanencia, comunidad.

Para cada argumentación de venta puntual, se debe usar una u otra, quizá a veces, posiblemente las dos. Pero sentenciar que una es mejor es un error, en mi opinión. La mezcla de ambas es un plato perfecto. El postre ya lo pediremos más adelante, una vez comidos y, quizá, saciados. O quizá no, y aún nos falte una pieza de fruta.

Como me dijo un profesor de universidad en su momento, aconsejándonos sobre uno de aquellos temibles exámenes tipo test: «Si véis una pregunta en la que aparezca un «nunca» o un «siempre» en el enunciado, marcad la otra.»

Resumiendo, no hay más verdad suprema en el mundo que la muerte. Y que en cada comunidad de vecinos hay un moroso..