Tenemos que atajar esto. No hay otra forma.

Temporada negra.

Son ya varios los muertos practicando deporte que se han producido en las últimas semanas en Murcia. Hablo de esta ciudad porque es en la que vivo y de la que me llegan las noticias, pero seguro que sucede lo mismo en cualquier otra capital de España.

Los motivos imagino que son diversos. ¿Educación vial? ¿Preparación deportiva? ¿Masificación?

Deporte y Vida

Analizaré, desde la experiencia personal, los tres arriba expuestos:

  • Educación Vial: Cualquier persona que hace deporte en las calles ha tenido un susto alguna vez. Vehículos que piensan que la ciudad es suya. Ejercitarse por zonas no habilitadas corriendo con ello un riesgo innecesario. Llevar auriculares con música mientras patinas. Coches que no mantienen la distancia de seguridad al adelantar. Bicicletas que circulan indistintamente por las aceras y la calzada. Motos que no ponen el intermitente. Autobuses que arramblan con todo. Taxistas que abren puertas cuando menos te lo esperas. ¿Cómo solucionamos este primer motivo? Creo que la respuesta es clarar: más educación. No sólo vial. Educación cívica.
  • Preparación deportiva: Hay quien se lanza a hacer una maraton sin haber corrido en su vida más de 5kms. Otros no tienen en cuenta la hora del día y te los encuentras corriendo a las tres de la tarde, con cuarenta grados a la sombra. Otros, simplemente, se dejan llevar y, con el subidón de adrenalina que produce una competición, sobrepasan sus límites con fatídicas consecuencias. También hay casos de muerte súbita, que puede sufrir hasta el mejor profesional, no lo olvidemos. Y que nadie se confunda: cuando estás realmente preparado, la frontera entre la diversión y el sufrimiento es finísima. Sufrir disfrutando, disfrutar sufriendo. Pero sin peligros.
  • Masificación: A nadie se le escapa que la moda running está pegando fuerte. Hace unos años no se veía a nadie haciendo deporte por la sierra, como mucho un par de ciclistas de montaña. Hoy te vas un domingo a la mota del Río Segura o la Cresta del Gallo y hay más gente que en IKEA o la la Plaza de las Flores. Esto, por más que a muchos moleste, a mí me parece maravilloso, nos respetarán más cuántos más seamos. Pero en el caso que nos ocupa actúa de manera estadística, si somos más, más posibilidades de accidentes para el grupo en general. La ley de los grandes números.

Pocas cosas deben ser más tristes que morir mientras estás disfrutando de tu tiempo libre, en compañía de tus amigos o familiares.

¿Está a nuestro alcance acabar con esto? Por mi parte pienso ponerme manos a la obra.

Y tú, ¿tienes alguna sugerencia?

 

 

 

 

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El riesgo de automatizarnos

Una gran empresa local gastó el pasado año muchos euros en varias campañas publicitarias tradicionales: TV, radio y prensa. Fueron muy efectivas. Además dedicó un gran porcentaje de su presupuesto a los medios online. Bien tratados, también fueron muy efectivos. Esta gran empresa cuenta con un departamento de Marketing muy preparado y apuesta por implementar la mayoría de las novedades que desde éste le recomiendan, tras un concienzudo proceso de evaluación y planificación, claro está.

Pues señores, esta compañía (ficticia) pudo ser cualquier de las que nos rodean, y pudo pasar a la historia por un motivo mucho más banal. Y mucho más barato.

Trampa
Foto de Pixabay.

Hace unos días vivimos el revuelo formado tras la aparición de un perfil en Twitter llamado @muerenpocas, donde se fomentaba la violencia contra las mujeres. En pocas horas todos nos enteramos de la existencia de esta cuenta, y tras las denuncias de muchos usuarios, se procedió al cierre de la misma. Lo gracioso del asunto es que ya contaba con varios cientos de seguidores, entre los que había más de una empresa. Es lógico pensar que lo hicieran sin ninguna intención, pero quién sabe si dentro de algún tiempo se pueda considerar delictivo alguno de estos comportamientos. O aunque no sean un delito a nivel legal, pueden serlo a nivel imagen, tirando por tierra cualquier otra acción de marketing estratégicamente planeada.

Es habitual, con mayor o menor medida, ver como mucha gente utilizar herramientas y aplicaciones para programar tweets, realizar auto-follows, retweets automáticos y otras acciones semejantes, corriendo el riesgo de que, sin darnos cuenta, estemos siguiendo a una de estas cuentas, compartiendo su contenido o cualquier otra burrada. No es la primera vez que un tweet mío es retuiteado por un cuenta en un exótico idioma, sólo por haber puesto #marketing, por ejemplo, como hashtag.

Dentro de estas herramientas hay algunas que considero muy útiles, siempre que sean correctamente utilizadas. En mi cuenta personal no utilizo ninguna app ni herramienta externa, pero a nivel profesional sí creo necesario aprovechar, a veces, la fuerza que puede proporcionarnos alguna de ella. Aunque siempre con un control posterior, para evitar situaciones como la descrita.

manage flitter
Manage Flitter, para realizar auto-follows en Twitter

También hay otras que considero chorradas prescindibles como las que dicen (y tuitean) cada dia los nuevos seguidores, las que hacen listas sobre sus mejores amigos ordenándolos por criterios pre-adolescentes, o las que se encargan de realizar followback automático a cualquier seguidor (aunque sea un partido político nazi, una empresa que vende consoladores o el vecino buscabroncas que sólo escribe animaladas).

Pero bueno, para gustos los colores.

Resumiendo:
Cuidado con lo que hacemos y cómo lo hacemos, en cualquier momento podemos formar parte de un problema.

 

 

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