#VamosAMorirTodos

Me encanta Twitter. Fue un total descubrimiento cuando hace más de nueve años me abrí la cuenta y comencé a conocer su potencia. De hecho, alejada del resto de redes sociales al menos inicialmente, te abría un campo de conocimiento tan vasto que a veces daba vértigo, permitiendo establecer conversaciones con personas lejanísimas, no sólo físicamente. En el fondo, como en otras, todo depende de las personas, empresas u organismos que sigas, pues la gran ventaja de esta red, aunque últimamente los cambios de algoritmo nos traen de cabeza, es que no hay dos Twitter iguales.

Por eso especialmente en momento como este, con un Coronavirus que nadie sabe todavía cómo terminará, la única opción saludable es informarte por los medios de comunicación oficiales para obtener la información veraz, aunque esto es totalmente compatible con el ingenio tuitero en clave de humor que te arranca una carcajada, a veces sin querer y a destiempo, que te sorprende a ti mismo el primero rezando para que nadie te haya visto mientras el café te sale por la nariz.

Anoche tuvimos un buen ejemplo de lo que me refiero con el hashtag #VamosAMorirTodos que se convirtió en trending topic mundial y con el que, reconozco, pasé un buen rato riéndome y sintiéndome culpable a partes iguales. Seguro que os pasa lo mismo, que no te quieres reír por la gravedad del tema pero siempre hay alguien que te provoca esa risa tonta y pegadiza que además, cuánto más se agranda, más difícil de controlar.

En un minuto pasas de vídeos coña repescando en la hemeroteca cualquier cosa que pueda servir hoy para la marabunta a diversas elucubraciones estilo pandemia terminal, que si los chinos tenían todo controlado desde hace años, que si el comercio internacional, geopolítica mundial, que si Trump, que si aranceles, que si Huawei, LG, que si tengo un libro que lo intuyó todo, que si el libro es un fake pero no, que yo lo he visto, que si muere más gente en las guerras o con la gripe normal, pero este es más letal que hasta murió el que lo descubrió, que si la cocaína y la orina infantil te protegen, que lo transmiten los mosquitos, que si el frío o el calor son letales para el 2019-nCoV (así se llama oficialmente el bicho), que la mascarilla no vale para nada, pero por si acaso te enseño cómo hacerte una casera, que si los Simpsons ya lo predijeron…

Y entre medias, como metáfora infinita, el pobre Mike Hughes, defensor de la teoría del terraplanismo, palmándola en directo en un lanzamiento con un cohete casero.

Vivimos tiempos locos.

Y que no sea nada.

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
Twitter: @nachotomas
Artículo publicado en La Verdad de Murcia
26 de febrero de 2020