Hace mucho tiempo que me gusta la fotografía. Como aficionado, nada serio. Fuí uno de los primeros en tener una cámara digital, allá por el año 2000. No llegaba a 1MP de resolución y las fotos eran realmente de baja calidad. No tenía batería, funcionaba a pilas y las devoraba sin piedad. En el 2004 compré una pequeña joya, la Olympus C765 UZ, un paso de gigante para un amateur como yo. Disponía de un zoom óptico de 10x y una calidad de casi 4MP. Gran compañera en muchos de mis viajes. Todavía la tengo, aunque prácticamente no la uso. La última instantánea data de 2011. Con ella he hecho, sin…