Media Maraton de Ibiza 2014

A la 1 de la madrugada del martes 29 de abril de 2014 el «Escualo 3» zarpa de Denia rumbo a Ibiza. Tengo, de nuevo, la gran suerte de encontrarme rodeado de personas con las que no te importaría perderte en una isla desierta. Repetimos 4 de 6. Con una baja improvisada de última hora: Txema se queda en tierra, dolido. Nosotros con su ausencia.

Denia Puerto Media Maraton

Me llevaré a la tumba las vistas del cielo nocturno, con tantas estrellas que casi no puedo distinguir esas constelaciones a las que estoy tan acostumbrado. Dejamos atrás Castor y Pollux, con Júpiter, Procyon y Capella ocultándose al mismo tiempo por el oeste. Mágico.

No tardo en bajarme al camarote, las biodraminas comienzan su efecto, el año pasado lo pasé regular yendo a Formentera y he querido prevenir. Cuando abro el ojo, son las 7 de la mañana y Es Vedrá nos da, un año más, la bienvenida a las Islas Baleares.

Es Vedra Ibiza Barco Velero Amanecer

Pasamos el día de cala en cala, incluso me pruebo, por primera vez, un neopreno y me lanzo a nadar un poco, el miedo al fondo del mar se quita con la práctica. Willy es mi maestro. En la distancia vemos un delfín. A primera hora de la tarde amarramos en el Club Nautico de Ibiza y vamos a recoger los dorsales.

Medio Maraton Ibiza 2014

Boo es del Atleti, cosa rara, un colombiano con aspecto de europeo del este con sangre colchonera. Nos invita a cenar si pasan a la final de Champions. Aceptamos encantados, ya queríamos que ganara. Miel sobre hojuelas. Vemos el partido, bebemos cervezas y disfrutamos del encuentro en la terraza de un bar atestado de forofos. Ahora que llega el mundial, no quiero perder el gusto por el buen fútbol. Boo es un gran tipo.

Medio Maraton Ibiza 2014

Madrugamos el día de la carrera, desayuno copioso y preparativos, ya por fin con cuerpo de competición. Momentazos. Un autobús nos lleva a la salida en San Mateo, en la otra punta de la isla. 320 corredores calentando motores. Esto se anima. Y eso que corro sin pulso, gran recomendación de Jorge Preparador. La camiseta que llevo de fiestero nos la han dado con la bolsa del corredor, la uso para mimetizarme.

Recorrido Media Maraton Ibiza

Dan la salida a la hora prevista, se agradece la puntualidad, y nos encontramos con una rampa con un desnivel de 54 metros en el primer kilómetro (una barbaridad), seguida de una bajada similar en el siguiente. Todo el recorrido es claramente descendiente, lo que me permite ir más rápido de lo previsto, aunque los continuos sube-baja impiden fijar un ritmo de crucero. Algo desorientado decido concentrarme sólo en las medias puntuales por cada 1000 metros, enfocado en no bajar de 4:20.

Perfil Media Maraton Ibiza

Van cayendo los kilómetros, a partir del 6 alcanzo a un grupo de 3 corredores, van al ritmo que me viene bien, no os imaginais lo que ayuda ir pegado a una espalda. Hace calor pero la brisa, fresca para un murciano como yo, ayuda bastante. Incluso disfruto del paisaje, carreteras eternas y mucha vegetación, hasta que en el km15 asoma, a lo lejos, el Castillo de Ibiza. Lo que queda es practicamente llano.

Los kilómetros 17 y 18 se me pegan un poco, bajando la media a 4:35 y 4:43, me pasan 5 o 6 unidades, parece que se me van las fuerzas. Pero entonces me acuerdo de Pitu y su pasada estratosférica del año pasado en Formentera a 2 kilómetros del final y aprieto los dientes, sin dejar de mirar atrás. Vuelvo a adelantar a muchos corredores, los típicos que llegan reventados, o quizá sean de la carrera de 10k que se une con la nuestra y comparte final. Bajo de 4:30 el 19, el 20 e incluso el 21. El miedo ayuda, tomad nota.

Llegada Medio Maraton Ibiza

Llego a la meta con una ampolla descomunal en el pie derecho y un récord personal, bajando en 7 minutos mi marca en media maratón, hace justo 1 año. Casi no me creo el 1:32 que señala el crono cuando cruzo la línea. A 4:22min/km. Sorpresa mayúscula. El puesto 70. Pitu entra 2 minutos después, en el puesto 80, y eso que corrió la Maratón de Madrid hace 3 días. Menudo animal.

Buena organización, ganas de hacer las cosas y como detalle, una chica del avituallamiento que se pegó una carrera para darme la botella que se me escapó de las manos mientras me la daba. Bonito gesto.

Llegan el resto de componentes de la travesía y celebramos nuestros éxitos tomando una cerveza en una terraza llamada Pachá, ¿os suena?

Medio Maraton Ibiza 2014

Comemos y pasamos la tarde en el barco, amarrados en el puerto. Caen copas como si no hubiera un mañana, me ventilo una botella de Cerol (un licor de café que mezclado con Coca Cola se llama Pis-Play, delicatessen en mi opinión) y pasa lo que suele pasar, que nos divertimos como enanos hablando de lo divino y de lo humano.

De la comida, mejor ni hablamos, ¡cómo echamos de menos a nuestro cocinero!

Media Maraton Ibiza 2014

Qué gran grupo y qué suerte poder compartir estas experiencias con Marce, amigo desde el colegio. Un grande entre los grandes. También viene a visitarnos Mónica con su hija, otra amiga del colegio que hacía años que no veía. Feliz.

Anochece y llega ese momento efímero de la penumbra tras ponerse el sol. La hora azul. Viviría eternamente en este espacio de tiempo.

Ibiza Puerto Media Maraton

El Valencia se juega el pase a la final de la UEFA y el mazazo con el gol del Sevilla en el descuento, cerca de medianoche, es tremendo. Mi mareo y yo nos vamos a la cama. Me duermo oyendo sus lamentos y análisis post-partido. Enorme.

Toca volver a Murcia a la mañana siguiente, algo de resaca para el Ferry, con una avalancha de recuerdos de mi primer viaje en este medio de transporte, en primero de BUP, creo que en 1991, con la imagen de Goku transformándose ¡con el pelo rubio! en «SuperGuerrer» en la TV3. Estas cosas no se olvidan.

Medio Maraton Ibiza 2014

Es Vedrá nos dió la bienvenida y ahora me despide. Ellos se quedan 2 días más. Estoy deseando volver a casa y contarlo a mi mujer y a mis hijos. Mientras tanto disfruto del viaje, este mamotreto no se mueve nada. Laberinto de cubiertas, de pasillos, de salones… Maravilloso.

Por fin llego a Denia, cojo el coche, pongo la música al volumen adecuado (el alto) y a las seis de la tarde estoy entrando en Murcia.

Otra experiencia memorable.

 

 

 

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La aventura de Formentera

Mis hijos ya conocen esta historia. Estoy deseando contársela a mis nietos.

Salgo de Murcia en coche a las 7 de la mañana dirección Denia. Veo a los padres de Marce 20 años después, buena gente. Desde allí, en velero, zarpamos hacia Formentera. Nando, el patrón, nos auguró 8 horas de trayecto, con algo de viento, sin mayores complicaciones aunque quizá sobre las 15h podría haber algo de «rasca». Los 6 valientes que vamos a correr la Media Maratón, junto a 3 acompañantes que van a las islas por trabajo, salimos de la península a la hora prevista. Los citados Nando y Marce, junto a Txema, Willy, Pitu y yo, somos los deportistas. Jose, Juan Fran y Michu, completan el staff.

Saliendo de Denia

Todo son sonrisas, varios aperitivos, ponemos el mantel, gafas de sol, aire en la cara. Contamos historias, hablamos de las marcas que pensamos hacer, de los planes cuando lleguemos. Consultamos el tiempo, incluso podemos ver nuestros móviles. Nos ponemos al día. Como es natural, comienzan los mareos, el balanceo del barco es criminal para los que no estamos acostumbrados. Jose incluso vomita varias veces, pero se lo toma francamente bien. Creo que me estoy quemando un poco. Aún así, todo es muy disfrutable, como lo demuestra la siguiente foto.

Disfrutando del barco

He viajado en velero algunas veces, siempre a modo de «cabotaje», sin alejarnos mucho de la costa. Esto no tiene nada que ver. Por momentos no se ve tierra firme. Es una sensación indescriptible, mezcla de tranquilidad y desasosiego. Sentimientos extremos. La verdadera diversión comienza cuando llegamos a la altura de Ibiza. El mar se despierta de la siesta y las olas se hacen cadae vez más grandes. Soy malísimo con las mediciones de casi todo, pero no creo que sean menores de tres metros. Luego cuatro, quizá cinco. Por momentos estamos rodeados por moles de agua, me siento como un tapón de corcho en una piscina. El viento sopla cada vez más. Acierto a ver 35 nudos por hora en el marcador. El lado bueno es que el mareo desaparece como por arte de magia, el miedo es más fuerte. Mucho más fuerte. El video está grabado cuando todavía no estamos del todo en harina y me atrevo a coger el móvil para filmar. Luego la cosa se pone un poco más fea. Lo increíble del asunto es que al final de trayecto consigo incluso dormirme un rato en los camarotes de abajo. Estoy hecho un marinero.

Llegamos a Formentera sobre las 18h, con unos vientos brutales. Después de 8 horas de barco sin coger el teléfono, veo la ristra de wasaps de familiares y amigos preguntándome qué tal. En las noticias daban temporal e incluso han cancelado algún Ferry. Me dicen por Twitter que nos aplaudieron desde uno de ellos cuando estábamos llegando a puerto. Los valientes del Kelian. La tarde noche del viernes la pasamos cerca del puerto, no están los cuerpos para mucho más. Espero que la paliza del viaje no me pase factura en la carrera. Mucha tensión acumulada. Vemos la final de la Copa del Rey en un bar de La Savina, somos un grupo de valencianistas y poco más que añadir. La noche se me hace larga, dormir en el barco amarrado no es fácil, al menos la primera noche, y sobre las 4 de la mañana tengo que salir con un mareo de dimensiones bíblicas que me revuelve las tripas y tengo que expulsar gran parte de lo he comido. Ver para creer, lo paso incluso peor en tierra, todo me da vueltas. Menuda relajación previa a la media maratón…

Faro La Mola

El sábado todo se ve de otra manera. Sale el sol, que había estado jugueteando con las nubes y parece que hará calor por la tarde (la salida está prevista a las 17:30) aunque el viento sigue en aumento. Los que habéis corrido con viento sabéis lo incómodo que es. Desayunamos como marqueses gracias a Txema «el cocinitas» y vamos a por los dorsales a San Francesc en una furgoneta de obra que nos dejan los currantes amigos. Allí conozco a Miguel Angel de «A la carrera». ¡Qué buenos tíos! Aprovechamos para hacer algo de turismo por la zona, y a las 13:30 estamos comiendo pasta como si no hubiera un mañana. Intentamos descansar un poco y a las 16:30 ya montados en el autobús que nos acerca a la salida, una de las zonas más bonitas que he visto en mi vida. La Mola, un acantilado cortado en vertical a casi 200 metros sobre el nivel del mar.

Salida Formentera

Comenzamos a correr, una recta de 2kms, coronada con una pequeña subida de otros 2kms, nos da la bienvenida, todo aderezado por un viento en contra de unos 60 km/h. Con la multitud inicial lo noto menos, pero tras la gran bajada de otros 4kms, las distancias entre corredores se acentúan, y con ello la sensación del viento que, por momentos, incluso impide hasta ajustar con normalidad la respiración. Me pego a un corredor enorme, intentando usarlo de pantalla y la verdad es que se nota. Hasta que decido que el ritmo que llevamos es demasiado lento y le adelanto. Me recuerda a cuando vas con la moto detrás de un camión un buen rato, y cambias al carril izquierdo de la autovía.

Media Maraton Formentera

Me veo muy fuerte. Una recta infinita, de casi 10 kms, con continuo sube-baja, se me pega a las piernas como pegamento. Es la primera vez que veo que se forman «abanicos» en una carrera a pie. La foto de arriba define bastante. Brutal.

Poco a poco voy subiendo el ritmo, controlando el pulso por kilómetros, me gusta cumplir los proyectos de carrera, me hace estar seguro de que no voy a reventar, aunque quizá esta técnica evite que cuando estoy fino como esta vez, consiga mejores marcas. Con todo, me veo suelto, a una media cojonuda. Me lo empiezo a creer. Si sigo así, bajo de la hora cuarenta. Consigo dar alcance a una chica que aparenta ir sobrada y me pongo a su ritmo. Sigo mejorando, y llego a los últimos 5 kms con buenísimas sensaciones.

Nacho Tomas Meta

La zona de Las Salinas es especialmente dura, con más viento aún al estar totalmente despejado el entorno de la carretera. Sorprendemente adelanto a muchos corredores en este último tramo. En estos momentos se nota los que hemos reservado y controlado un poco. Curiosamente me adelanta Pitu, que va como un misil. Por mi parte voy obsesionado con bajar de 1h40m, sin dejar de hacer cálculos mentales de minutos por kilómetro, distancia restante, medias y demás… Finalmente cruzo la meta con un tiempo oficial de 1h39m35s, lo que da una media de 4:44m/km, algo de lo que puedo estar orgulloso. Consigo el puesto 262 de casi 1.200 corredores.

Estrella de Levante

Recojo la medalla, estiro, me hidrato a lo bestia y espero a que siga llegando el resto de la expedición, todos con grandes marcas. Y eso que era la primera media maratón para muchos de ellos. Lo celebramos con una buena cerveza, sorpresa, marca Estrella Levante (murciana) y, tras la ducha, vamos a cenar a una pizzeria del puerto con Javi Pascual (compañero de varias carreras ya) y Santi (mega-crack). Después en el barco tenemos una fiesta a la que vienen los amigos que nos acompañaron en el velero y se van a quedar aquí unos días. Cómo estaría de cansado que sólo me bebo media copa y caigo rendido.

Dentro del velero

El viaje de vuelta no tiene nada que ver. Viento y olas sí, pero totalmente relajantes y controladas. Tanto que nos comemos 6 barras de jamón serrano y queso y me echo una siesta de 3 o 4 horas en el camarote. El resto del trayecto lo disfruto, pensando en la aventura que hemos vivido. Al llegar al puerto de Denia, nos hacemos esta foto, con medalla a lo Nadal, para el recuerdo.

Medalla Denia

Cuando cojo el coche para hacer el último tramo, de Denia a Murcia, tengo más agujetas en los brazos que en las piernas. Los dos viajes en velero, agarrado a dónde podía, me han dejado KO. Agradezco a todos y cada uno de los compañeros arriba mencionados de esta odisea su parte de culpa en que se haya grabado a fuego en mi memoria. ¡GRACIAS!

Durante varios días sigo con el mareo de tierra que, en lugar de molestar, me trae los recuerdos de una aventura que, desde ya mismo, será fecha fija todos los años en mi calendario deportivo.

 

NOTA:

El lunes siguiente he dedicado mi programa en ROM (Radio Online Murcia) a esta aventura, contando con la participación de Marce, gerente de Viajar en Velero. Aquí está el enlace: LINK.