Como cada año en estas fechas vuelan los cuchillos lanzados desde cualquier esquina del tablero en el que se decide el mercado laboral español. Por un lado políticos que no han pasado en su vida un proceso de selección a los que se les llena la boca con las bondades del emprendimiento y las grandiosas oportunidades laborales que se vislumbran en el horizonte gracias al gran trabajo de su partido. Por el otro sindicalistas que se atribuyen la representación de todos los trabajadores, aún estando en las antípodas de la gran mayoría, disfrutando de trabajos muy fijos y discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Y no olvidemos las patronales,…