7 consejos básicos para hablar en público.

Recuerdo perfectamente la primera vez que hablé en público. Primero de carrera, clase de Sociología, presentando un trabajo sobre cómo se manipulan los datos en los medios de comunicación. Me temblaron las piernas, tartamudeé, sudé a cántaros y el profesor me dijo de todo menos guapo. Y con razón.

Un día me comentaron: “Lo que eres habla tan a las claras que no se escucha lo que dices”  y lo que yo era en aquel momento impedía poder transmitir nada que no fueran nervios e inseguridad. La audiencia es como un perro, nota el miedo.

Nacho Tomás - Hablar en Público

Hoy, con un poco más de experiencia, utilizo algunos de estos consejos para mis presentaciones. Sigo aprendiendo cada día, tanto de los asistentes como de otros ponentes. Desde la mayor humildad, creo que esta lista podrá ayudarte a quitar el miedo escénico si eres novato, o a limar y mejorar las charlas si tienes más tablas. Tengo varias fechas ya cerradas en los próximos meses, por eso me he lanzado a recordar estos puntos.

¡Ahí van!

  • Saber de lo que hablas: Parece una obviedad, pero he estado en ponencias en las que sabía más del tema que el ponente. Eso no debe permitirse, así que si vas a hablar en público, hazlo sobre un tema en el que seas el mejor. Y si no existe ese tema tienes dos opciones, o te inventas un sub-tema, o mejor no hables. Estar seguro de ti mismo debería ser el primer y único consejo. Pero cuidado, estar seguro no significa saber de lo que hablas.
  • Preparar la presentación: Cada maestrillo tiene su librillo. He visto maravillosas ponencias sin ninguna diapositiva. Pero también lo contrario. No soy partidario de las generalizaciones. Ojo a las faltas de ortografía. Seré un tiquismiquis, pero cuando veo una paso automáticamente a “modo avión”. Imagino que habrá gente como yo y cuido mucho este detalle.
  • Ser tú mismo: Intentar copiar al showman de turno no va a funcionar. Otra cosa es que “cojas prestado” algo, pero actúa como más cómodo te sientas y más cómodo hagas sentir al público. Habla al espejo. Grábate en audio o vídeo. Gesticula. Analízate. Ponte en su lugar. Mejora.
  • Mirar a los ojos de la gente: En todas las ponencias, sobre todo en las más numerosas, te encontrarás gente muy atenta y otra no tanto. Un buen y optimista truco es pensar que los motivados lo son por cómo lo haces, y los despistados porque no les interesa el tema. Mantén la mirada unos segundos con los primeros y olvídate de los últimos.
  • Cambiar el tono de voz: A veces incluso he gritado alguna palabra. Dar un palmada al tiempo que comentas la conclusión de una frase es éxito de atención. Huye de los sermones u homilías, pueden salir espantados.
  • Vigilar la comida de antes: Unas lentejas, alubias o gazpacho te pueden jugar una mala pasada. Ya no solo por las flatulencias que pueden generarte, sino por la acidez y pesadez de estómago que a veces provocan. Un buen café (y ducha) antes de empezar libera cuerpo y mente.
  • Escuchar a los asistentes: No me refiero sólo literalmente, sino a analizar sus caras y gestos que te guían, sin posibilidad de error, sobre lo interesante y lo superfluo. Toma buena nota para pasar de puntillas o centrarte en el tema en cuestión. Y aprende para la próxima vez.

Espero que puedas sacar partido a esta pequeña lista. Hay presentaciones que he realizado muchas veces, pero intento seguir mejorándolas cada día. He expuesto mis trucos, ahora me encantaría recibir los tuyos.

Soy todo oídos.

 

 

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