Lo que nos traerá la comunicación online en 2017.

Pocas dudas quedan. La comunicación online ha sido la gran triunfadora de los doce meses que hemos dejado atrás. Actualmente nos encontramos en un escenario que hace tan solo unos años no podría ni tan siquiera imaginarse. Un mundo de posibilidades a mano y al alcance de un click para empresas, para usuarios y para medios de comunicación, el trío que actualmente manda en el panorama mundial. Personalmente creo que todo lo que se hace es comunicación. Y como parte del todo nos encontramos al resto de variantes: información, publicidad, marketing, branding o incluso atención al cliente.

Las tiendas cuidan su Facebook más que el escaparate, las marcas lanzan sus vídeos en YouTube antes que en las televisiones públicas y las empresas contactan con sus potenciales clientes por email en lugar de ampliar su red de comerciales. Estamos viviendo el cambio. Somos parte del mismo, porque cada vez que lees una columna como esta, un post de Facebook, un tweet de Twitter o un artículo de un blog aumentas la bola de nieve. Y bienvenido sea.

En un mundo globalizado las redes sociales están ejerciendo como vínculo de unión entre consumidores y productores, entre usuarios y empresas, entre marcas y fans, convirtiéndose en parte esencial y factor clave de la estrategia. Sea cual sea ésta hay una opción online a nuestra disposición para ejecutarla. Vamos con una pequeña radiografía de lo que tenemos por delante.

España ha experimentado un crecimiento sin parangón anterior en el uso de las redes sociales. Facebook es el rey, la reina o los dos juntos, aumenta en beneficios a lo bestia y su Messenger iguala a Whatsapp en usuarios, la aplicación del globito verde, que por cierto también es de Zuckerberg, y que continúa queriendo ser imprescindible en nuestras vidas. Y vaya si lo consigue. A los nuevos estados que lanzará en breve se une la idea de que su uso puede incluso ayudar en el trabajo. Me encantaría escuchar lo que estáis pensando al leer esto.

Por su parte Instagram sube como la espuma y gran parte de culpa la tienen sus «historias», en directa competencia a Snapchat (que en nuestro país, y por mucho que digan, no acaba de despegar). Por si fuera poco Instagram, que también es propiedad de Facebook, incorpora vídeos en directo para hacérselo más difícil a Periscope, propiedad de Twitter. Esta última, la app del pajarito azul, sigue siendo una de las redes sociales más usadas, más leídas y con más repercusión en nuestras vidas sociales pero su modelo de negocio hace aguas y ya se dice que Google, Microsoft o incluso Disney pueden estar interesados en su compra. Mención especial merecen los blogs y su capacidad influyente, el boca a boca salta fronteras online/offline con ellos.

Internet ha dejado de ser territorio exclusivo de frikis y jóvenes imberbes. Hay un inmenso océano frente a nuestras narices. Recomiendo abrir bien los ojos. Recomiendo no perdérselo.

 

UN TUITERO EN PAPEL
Nacho Tomás
www.nachotomas.com
Artículo publicado en La Verdad de Murcia el 10 de Enero de 2017

Fecha original de publicación:11 enero, 2017 @ 06:58

Última moda en Redes Sociales para gurús de tres al cuarto.

Hubo un tiempo en que las multimenciones en Twitter impedían discutir con fluidez. Se comían el espacio y, de los 140 caracteres, sólo quedaba un resquicio para aportar poco más que un «de acuerdo» o «no opino igual». La mayoría de veces te veías en una de esas de repente, a modo de metralleta lanza SPAM, sin posibilidad de salirte de la conversación.

X redes sociales X twitter X facebook X gurus X humo X estafadores X socialmedia X marketing online

Actualmente la última moda tuitera de los gurús de pacotilla es etiquetar al personal en fotos, carteles de eventos, fotos de paisajes y hojas de flores con gotas de rocío. Por no hablar de las frases de motivación y autoayuda que no se cree nadie, y menos el que lo publica. Pero nada comparable a la nueva técnica que está causando furor: tuitear fotos sin fuste sacadas de Google etiquetando al máximo permitido de 10 cuentas. Abordando cualquier tema: comidas, frases cursis, cafés…

Y yo me pregunto: ¿Para qué? El objetivo parece claro, escalar puestos en el ranking de Klout, ese índice de influencia en Redes Sociales que no funciona bien pero es el menos malo de los que existen. Obsesión total con el dichoso marcador. El lado oscuro del asunto es que la influencia que creen haber obtenido estos sujetos es fácilmente desmontable abriendo un poco los ojos, observando que siempre son las mismas personas las que interactúan con ellas. Su círculo. Esa caterva etiquetada que retuitea con fe.

Son expertos en meterse en conversaciones ajenas, parasitar #hashtags con cierto éxito, lanzar encuestas chorra de asuntos banales… Joyitas, vamos, que llenan de basura nuestros timelines.

En Facebook pasaba, y aún sucede, tres cuartos de lo mismo, pero al menos cuando te etiquetan puedes permitir o no que se publique en tu muro e incluso eliminar la etiqueta, librándote del aluvión de notificaciones.

Estos gurús de quita y pon no se cortan y, con las cuentas corporativas, publican contenido propio en otras fanpages directamente, e incluso alguno usa a sus clientes para beneficio propio. Sin olvidarnos de aquellos que lanzan alabanzas en tropel a ciertas marcas y productos, siendo compartidas por sus trabajadores y colaboradores. Pero claro, cuando aquellos dejan de ser clientes, arremeten enfurecidos criticándoles y airenado sus vergüenzas. Seguidos, por supuesto, de sus acólitos. En cierto modo son trolls, todos ellos. Autómatas.

Pero lo anterior es superado con creces por las dos acciones que más vergüenza ajena me producen, relacionadas con la total carencia de relevancia, de contenido de calidad y de un mínimo de profesionalidad. Esas empresas que lanzan, todas a la vez los tuits más recurrentes del mercado, sin analizar a la competencia ni importarles convertirse en gotas del océano: «Hoy es 29 de Julio, felicidades a todas las Martas.» o la guinda: «Por fin es viernes.»

Coherencia, señores. Que andamos faltos.

 

 

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6 redes sociales para 2015 y un consejo para cada una.

He redactado este post para intentar dar algo de luz, desde mi experiencia personal, al batiburrillo de redes sociales que nos rodean, mediante un listado de las que uso a diario y que por un motivo u otro (vienen explicados) recomiendo.

  • Twitter:
    Actualmente no tiene rival.
    Ya sea a nivel personal o profesional tener un perfil activo en Twitter es obligatorio. Con la práctica y una vez pasada la primera fase de alucine global, recomiendo tuitear menos y que sea de mayor calidad. Poco a poco se consigue separar el trigo de la paja obteniendo un timeline acorde a tus necesidades informativas. Las únicas notificaciones de social media que tengo activadas en el móvil son las menciones y DM (mensajes directos) de Twitter.
    Consejo: Creo que es un error tener «conectada» esta red social con cualquier otra, personalmente me parece un estorbo. Se tardan 20 segundos en redactar un tuit así que desconecta todo lo que tengas automatizado y céntrate en alimentar esta red como se merece. Verás cómo te devuelve ese buen trato antes de lo que te imaginas.
  • Facebook:
    Para muchos agoreros una red social que ya está muerta y enterrada. Nada más lejos de la realidad en mi opinión, que la considero un pilar básico en la construcción de una marca personal en Internet. Para empresas es cierto que todo ha cambiado tanto en tan poco tiempo que a veces no queda otra que pasar por caja para sacar la cabeza entre la inmensidad de contenidos irrelevantes, pero también es cierto que si le pones pasión, ganas y el tiempo adecuado (ni mucho ni poco), los resultados siguen llegando.
    Consejo: Tener muy claro lo que quieres conseguir con tu presencia en esta red, de ello dependerá tu estilo de contenidos y tu forma de interactuar con el resto de personas y empresas.
  • Instagram:
    Poco a poco va ganando adeptos, entre ellos yo mismo. Muchas mejoras por delante e infinidad de posibilidades de desarrollo hacen de Instagram un punto fuerte en la estrategia de social media de cualquier marca personal o empresarial. No me gusta nada cuando alguien sube varias fotos seguidas, prefiero una al día de mayor calidad. Instagram no es Facebook aunque sea de Facebook.
    Consejo: Usar hashtags y localizar fotos por ubicación ayuda a aumentar la difusión de tus publicaciones.
  • Strava:
    Una red social imprescindible para deportistas habituales. Registro de entrenamientos, totales, agenda, eventos, comunidades, segmentos (tramos clave de algunas rutas para «picarte» con los amigos), comentarios en las carreras, localización de nuevas zonas y de atletas, salidas en grupo conjuntantas… Strava es válida para carrera a pie, bicicleta y natación. Vamos, es una maravilla.
    Consejo: Sube únicamente las rutas trackeadas mediante un GPS para poder consultar la altimetría, ritmos, pulso, etc… En mi opinión no aporta nada hacerlo de forma manual, excepto cuando hayas olvidado el pulsómetro o el móvil y quieras guardar la sesión para control personal.
  • Google Plus:
    Complicado sacarle punta a la red social de Google a corto plazo pero una vez que introduces su gestión entre las rutinas diarias verás como a la larga merece la pena. Sólo por el posicionamiento SEO que generan sus posts hay que estar presente en ella. Añade a tus círculos a poca gente al principio, que sea referencia y de calidad contrastada, que se trate de fuentes de información fiables. Esta selección afectará posteriormente a muchas más cosas de las que te imaginas en tu día a día con el buscador. Aléjate de los optimistas de todo a 100, los hay a patadas (punto aplicable para todas las redes sociales).
    Consejo: Hasta ahora he conseguido muchos mejores resultados para las empresas que para las marcas personales.
  • Linkedin:
    Adaptándose de un modo envidiable a muchas de las novedades del marketing online, hay que seguir muy de cerca a esta red social. Válida para cualquier profesión, al menos para aquellas cuyos clientes potenciales tengan presencia en ella, que son prácticamente todas las existentes. Para empresas no he conseguido sacarle punta, si eres o conoces un caso de éxito, ruego me lo cuentes. Interesante el movimiento que ha surgido últimamente que aboga por mantener Linkedin con contenido profesional, dejando de lado el ocio y lo personal. Pero claro, en las marcas personales esto está tan solapado que cuesta separarlo.
    Consejo: Cuidado con los spammers, lamentablemente Linkedin está lleno de ellos. Que no te tiemble el pulso a la hora de eliminarlos de tus contactos.
6 redes sociales para 2015 y un consejo para cada una.
Foto Flickr: https://www.flickr.com/photos/69724017@N08/13938466111

No olvidemos que lo anteriormente comentado debe disponer de un reflejo coherente en nuestra web, a ser posible un blog personal diseñado con WordPress, que aglutinará los contenidos compartidos en las redes de un modo lógico, ordenado y priorizado según nuestros intereses. En dicho portal desarrollaremos estos conceptos con mayor profundidad, respondiendo las preguntas de los visitantes y actualizando contenido con la frecuencia adecuada.

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7 consejos para conectar redes sociales y páginas web.

El otro día recibí un mail de una amiga que decía así:

Oye Nacho, tengo una duda, a ver qué opinas: ¿tú crees que en una web es interesante verter las últimas actualizaciones de las redes sociales, Twitter y Facebook? ¿O puede resultar contraproducente? ¿Qué harías tú? Supongo que depende, claro. Haz una entrada de eso en tu blog!!

Pues venga, vamos a ponernos manos a la obra e intentar responder a esta muy compleja pregunta con, cómo no, 7 consejos:

Redes sociales y páginas web

1) Lo primero que debemos preguntarnos es qué buscamos tanto con nuestra presencia en redes sociales como con nuestra página web. De ello dependerá finalmente el uso que demos a dichos «canales» de comunicación. Decidir si publicas tus actualizaciones en redes sociales directamente a tu web dependerá del tipo de publicaciones, del momento, del horario, de la frecuencia… De mil factores.

2) No soy de verdades supremas ni afirmaciones universales, así que, como decía Jarabe de Palo, todo depende. En N7 tenemos clientes en los que sí aparecen sus «feeds» de redes sociales en la portada de la web y en otros que únicamente hay enlaces a los perfiles, o widgets para hacerse fan/follower directamente sin tener que salir de la página. Esto último es lo mínimo necesario siempre.

3) Tener una buena sección de enlaces de interés en la web, mejor todavía si están actualizados a través de RSS, es algo que aporta valor y puede sustituir/mejorar tu propia presencia social, al menos en las primeras fases.

4) Insertar publiciaciones puntuales de especial relevancia, en lugar de todo el feed, es una buena alternativa a los clásicos widgets de los que hablaba antes. Para ello las redes sociales nos proporcionan un código HTML5 o IFRAME compatible con cualquier web o blog.

5) El blog es otra incógnita de esta ecuación, su correcta actualización es bueno motivo para no incluir las actualizaciones directamente en la web, eso sí, que el blog esté incluído en la web como una sección más, nada de tenerlo colgado de otra URL, o perderás visitas de la web al blog y viceversa. Aprovecho para recordar que un tener blog corporativo con la extensión «worpdress.com» o «blogger.com» es, para mí, tan atractivo como un mail «oficial» de @hotmail.com o @yahoo.es

6) Plantea una estrategia (a largo plazo) de publicaciones en función de los objetivos deseados, intercalando las publicaciones tácticas (a corto plazo).

7) Termino haciendo hincapié en la importancia de gestionar correctamente las redes sociales corporativas, más vale no tener presencia que hacerlo mal. Por favor, no enlaces redes entre ellas, dedica 30 segundos a hacerlo independientemente en cada una. Hay pocas cosas que molesten más en Twitter que una actualización que «viene» de Facebook cortada por la diferente extensión. O un tweet que aparece en Facebook con las «@» de las menciones, sin aportar más que confusión.

 

Nota: Foto de Pixabay

 

 

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Medición de audiencias y decisión de compra.

La medición de las audiencias siempre ha sido un quebradero de cabeza para cualquier persona o empresa relacionada con los medios de comunicación, ya sea anunciante, soporte o agencia.

En España, hasta hace relativamente poco, sólo contábamos con estas posibilidades:

El archifamoso EGM (Encuesta General de Medios) que, a modo de encuesta basada en el recuerdo, nos da unos datos de audiencias criticados por muchos pero que han sido tomados como referencia por la inmensa mayoría de anunciantes para seleccionar la estrategia de medios durante muchos años. Resulta, cuanto menos, curioso, que en el último resumen colgado en AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación) que data de Noviembre 2013, no aparezca por ningún sitio la palabra «online». LINK

EGM

Por el lado del OJD (Oficina de Justificación de la Difusión) se lleva a cabo una medición basada en la difusión, no únicamente las ventas, de medios impresos. Lo que puede ser fácilemente manipulada mediante envío de periódicos gratuitos, suscripciones, ventas al por mayor a hoteles, aerolíneas, etc. Motivo por el cual sigue recibiendo palos por todos lados, e incluso Vocento se dió de baja en sus servicios.

OJD

Kantar Media (antigua SOFRES) sigue siendo la «medidora» especializada en audiencias de televisión, a través de sus aparatitos distribuidos por todo el país, que arrojan datos de unas 10.000 personas. Sigue siendo una muestra y, como tal, sujeta, como mal menor, a cierto sesgo.

Por supuesto que los tres anteriormente expuestos han sido una gran herramienta, pero los tiempos han cambiado y creo que ya no sirven. Sin contar la multitud de críticas que reciben tanto por el diseño en sí de los modelos de encuesta, los errores cometidos (recuerdo una vez en que la audiencia de un medio era mayor que la población de la localidad), los intereses empresariales que les respaldan, así como la gran (y tonta) pregunta, al tratarse de una muestra estadística: ¿A quién le han hecho alguna vez una encuesta o le han puesto un aparato en la tele?

Hechos y datos que quitan el sueño a los anunciantes, incapaces de medir fiablemente el ROI de sus inversiones publicitarias. Recuerdo, cuando trabajaba en PRISA, el caso de una chica que decía haber escuchado una cuña de su peluquería en 40 Principales cuando no emitía publicidad en esa emisora, sino en Cadena 100. ¿Motivos? Vaya usted a saber: preferencias, empatía, placebo, auto convencimiento…

Actualmente nos encontramos en una situación bisagra en muchos sentidos. No es raro que haya más gente comentando un programa en Twitter que viéndolo directamente en televisión. Pero no sólo eso, tendríamos que calcular los que no ven los espacios en sus televisores, sino que lo hacen en sus tablets o móviles. O peor aún, los ven en canales de Youtube donde aparecen editados, sin anuncios y con los mejores momentos. Y todos ellos son audiencia.

Y aún hay más: feeds de noticias que podemos llevarnos de una web a otra en formato de widget, publicaciones compartidas y comentadas por cientos (miles) de personas desde las fanpages oficiales de los medios, descargas de podcasts de programas de radio, apps para dispositivos móviles… Prácticamente incontrolable.

Facebook y Twitter

Con el paso al online, las páginas web en particular, las posibilidades de medición son mucho mayores. Sólo con Analytics sabremos casi con total fiabilidad los visitantes que tienen, así como una aproximación a la segmentación geográfica a través de su IP y demográfica si está logueado al navegar. También pueden ser clasificadas según su relevancia por PageRank, Alexa o similares, dándonos una idea de la visibilidad de las mismas, y por tanto de los banners de publicidad que contienen si son un medio o soporte. Pero claro, dichas visualizaciones son incontrolables, puesto que no es necesario un click, con y su posterior control a través de trackers, para haber conseguido el impacto deseado.

En Redes Sociales podemos hilar aún más fino, conociendo al detalle las interacciones (likes, compartidos, alcance…) y una segmentación demográfica completa (incluso por gustos personales). Aunque debemos tener cuidado, Twitter y, sobre todo, Facebook no dejan de ser empresas que miden la rentabilidad a su modo, habiendo causado estragos más de una vez con sus cambios en los modos de difusión y asumiendo fallos en sus propias estadísticas. Está claro que las audiencias digitales son más propensas al control y la medición que las tradicionales, aunque siempre habrá pérdidas imposibles de evaluar.

Quiero cerrar este post con la pregunta del millón al gestionar planes de publicidad multi-soporte: ¿cuál fue la acción (spot, cuña, faldón, banner…) que finalmente llevó al consumidor a dar el paso de compra? ¿Qué impacto fue el decisivo para inclinar la balanza? ¿Cuál fue la gota que colmó el vaso?

Es probable que nadie lo sepa nunca, porque muchas veces no lo sabe ni el propio comprador.

 

La gota que colma el vaso

 

 

 

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De tuertos y de ciegos

– Eso ya no es así – dijo – todo ha cambiado – Y se quedó tan ancho.

Tal cual, referiéndose, entre otros, a los libros de Philip Kotler, máximo exponente de la escuela marketiniana clásica, si esta escuela existe. Y si no existía, desde hoy, ya sí.

Sucedió en un charla para emprendedores, esa tribu a la que todos aspiramos pertenecer, pensando que el mejor estado zen se le debe asemejar. Luego nos damos cuenta de que si no te salen callos en la manos mientras emprendes, añadiendo el verbo “currar” al asunto, la cosa queda igual que estaba. O peor, con tantas ponencias a las espaldas.

Escuché la misma frase, o parecida, con la variación de “No hay nada nuevo bajo el sol”, es una clase magistral de un dinosaurio del marketing, en una universidad que todos conocemos.

La llave del marketing

Asisto perplejo al debate infecundo entre talibanes del marketing tradicional y acérrimos fanáticos del entorno digital.

Los primeros reniegan de las nuevas tecnologías e incluso… ¡ni tienen cuenta en Twitter! Defienden a capa y espada a la empresa como centro del universo, sus departamentos estancos y sus estructuras piramidales. Creen en el producto como profeta de sus bondades, y sólo modifican herramientas como precio o distribución para atraer (muchas de las veces repeler) al cliente, ese ser extraño y lejano. Sólo leen libros en papel, incunables o primeras ediciones si es posible. Si algo de internet les interesa, lo imprimen, leen y subrayan. Intentan poner puertas al campo, incluso a veces recomendando no estar presente en redes sociales. Temen la falta de privacidad (aunque no se han parado a investigar la forma de controlarla). Van a las agencias de viajes en persona a cerrar sus billetes de avión y noches de hotel. Su frase de cabecera es: “Todo está inventado”.

Los segundos no les van a la zaga. Atacan todo lo escrito hasta la fecha sobre marketingpublicidad y comunicación. Realmente atacan todo lo escrito en libros, si no está posteado en un blog de referencia, no existe. Profesan una fe bíblica en las redes sociales. Para ellos todo el mundo tiene un perfil en Facebook. Sí, también tu abuela y mi hija de 4 años. La publicidad ha muerto (no importa que Coca Cola siga usando vallas o se anuncie en revistas) , los medios tradicionales han muerto (los 16 millones de espectadores de la Final del Mundial de Fútbol son moco de pavo). Sólo existe la red, internet y el ciberespacio. Sólo leen publicaciones de expertos en marketing digital, veteranos Community Managers (con eternos 2 o 3 años de experiencia en el sector) y gente con muchos seguidores en Twitter (si tienes más de 1.000 followers, eres de fiar). Todo el mundo tiene cuenta en Paypal y compra los calzoncillos on-line.

Apuesto a que tú también conoces ejemplos en los dos extremos.

Afortunadamente, además, tenemos a los verdaderos sabios. Esas personas que saben adaptarse a lo mejor de cada casa, orientados a sus objetivos y con un conocimiento amplísimo de su producto, de su público objetivo y de su propia empresa. En ese orden. Estos son los que mueven el mundo y de los que todos debemos aprender.

Como casi siempre, todo es más fácil, aceptar las bondades de las novedades, aprender de ellas, introducirlas, poco a poco y con cabeza, dentro del plan de medios. Leer a los clásicos, aprovechar sus teorías, muchas aún vigentes. Formarse en marketingpublicidad y comunicación para luego, usar los conocimientos adquiridos en el Social Media, en una campaña en radio, en prensa o imprimiendo flyers.

NOTAS:
Artículo publicado originalmente en TechpuntoCero.
Foto con licencia CC de Pixabay

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¿Twitter o Facebook? El combate del siglo.

¿Quieres más a papá o a mamá?

A quién no le han hecho esta puntiaguda pregunta siendo niño. Cualquier hijo algo despierto reponderá: «Depende», con mucha razón y grandes dosis de diplomacia. Seguro que rondan tu cabeza otras muchas preguntas de este inefable calibre.


Foto de Turankeo.com

Últimamente oigo decir que a Facebook le quedan dos siestas, bueno, realmente cada cierto tiempo los catastrofistas atacan. Por cierto, estos mismos agoreros suelen ser los que se lamentan de los cambios que, a menudo, se producen en las redes social. Con lo que a mí me gustan…

La moda es Twitter, lo cool es Twitter. Pues bien, creo que elegir una u otra red social depende del fin de la campaña. Os aseguro que a día de hoy sigue teniendo, en prácticamente todos mis clientes, más repercusión Facebook.

Twitter es inmediatez, rapidez, un centro rojo en una diana de dardos, un suspiro.

Facebook es multitud, constancia, permanencia, comunidad.

Para cada argumentación de venta puntual, se debe usar una u otra, quizá a veces, posiblemente las dos. Pero sentenciar que una es mejor es un error, en mi opinión. La mezcla de ambas es un plato perfecto. El postre ya lo pediremos más adelante, una vez comidos y, quizá, saciados. O quizá no, y aún nos falte una pieza de fruta.

Como me dijo un profesor de universidad en su momento, aconsejándonos sobre uno de aquellos temibles exámenes tipo test: «Si véis una pregunta en la que aparezca un «nunca» o un «siempre» en el enunciado, marcad la otra.»

Resumiendo, no hay más verdad suprema en el mundo que la muerte. Y que en cada comunidad de vecinos hay un moroso..