Hacia dónde nos lleva el Marketing Directo. (Post Invitado)

Supongo que muchos de vosotros no sabréis quien es J.C.R. Licklider, nosotros tampoco lo sabíamos hasta que lo hemos googleado hace unos minutos. Este hombre fue quien desarrolló la primera red de internet allá por 1962 en Massachusetts, y cómo se iba a imaginar él que iba a ser la chispa que incendiara una revolución tecnológica mundial.

Internet ha alterado nuestro mundo por completo, desde la forma de comunicarnos hasta en la forma en que aprendemos, trabajamos, nos divertimos, compramos, buscamos amigos o incluso pareja.

Marketing Directo

Partiendo de aquí podríamos decir que Internet ha sido el culpable de los cambios que se han experimentado en el marketing directo en las últimas décadas. Pero, ¿qué es eso del Marketing Directo? Pues si hacemos caso a Kotler, «consiste en la comunicación directa con consumidores individuales cuidadosamente seleccionados, tanto para obtener una respuesta inmediata como para cultivar relaciones.»

Esto significa que el Marketing Directo es importante para las empresas porque les permite crear una comunicación personalizada con cada cliente y mantenerla en el tiempo gracias a la gestión de información que se obtiene de ellos.

Hasta hace apenas unos años, la forma en que las empresas se comunicaban directamente con el cliente no llegaba más allá del tradicional correo, del teléfono o la televisión. Y aunque en esencia su cometido sigue siendo el mismo, las formas han cambiado. Hoy, con Internet, las empresas han pasado a comunicarse directamente con los consumidores a través de correo electrónico, blogs y redes sociales.

Estas nuevas herramientas nos dan infinitas posibilidades de comunicarnos y relacionarnos con los consumidores, además de ser más económicas y permitir una fácil medición de los resultados de las campañas o feedback.

Con el aumento de la competencia en los mercados, el hecho de dirigirse individualmente al consumidor es cada vez más importante, ya que estas nuevas herramientas nos permiten medir resultados, crear bases de datos que nos ayudan a mantener un contacto directo y personal con los clientes y crear fidelización al establecerse una comunicación interactiva con el consumidor, de forma que se le llega a conocer más profundamente y esto nos permitirá poder ofrecerle aquello que realmente satisfaga sus necesidades.

Pon un poco de Marketing en tu vida. Pon un poco de Marketing en tu empresa.

Ponte cara a cara con tus clientes actuales y futuros.

NOTA: Post redacatado por el equipo de N7.
Foto de Pixabay

 

 

 

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De tuertos y de ciegos

– Eso ya no es así – dijo – todo ha cambiado – Y se quedó tan ancho.

Tal cual, referiéndose, entre otros, a los libros de Philip Kotler, máximo exponente de la escuela marketiniana clásica, si esta escuela existe. Y si no existía, desde hoy, ya sí.

Sucedió en un charla para emprendedores, esa tribu a la que todos aspiramos pertenecer, pensando que el mejor estado zen se le debe asemejar. Luego nos damos cuenta de que si no te salen callos en la manos mientras emprendes, añadiendo el verbo “currar” al asunto, la cosa queda igual que estaba. O peor, con tantas ponencias a las espaldas.

Escuché la misma frase, o parecida, con la variación de “No hay nada nuevo bajo el sol”, es una clase magistral de un dinosaurio del marketing, en una universidad que todos conocemos.

La llave del marketing

Asisto perplejo al debate infecundo entre talibanes del marketing tradicional y acérrimos fanáticos del entorno digital.

Los primeros reniegan de las nuevas tecnologías e incluso… ¡ni tienen cuenta en Twitter! Defienden a capa y espada a la empresa como centro del universo, sus departamentos estancos y sus estructuras piramidales. Creen en el producto como profeta de sus bondades, y sólo modifican herramientas como precio o distribución para atraer (muchas de las veces repeler) al cliente, ese ser extraño y lejano. Sólo leen libros en papel, incunables o primeras ediciones si es posible. Si algo de internet les interesa, lo imprimen, leen y subrayan. Intentan poner puertas al campo, incluso a veces recomendando no estar presente en redes sociales. Temen la falta de privacidad (aunque no se han parado a investigar la forma de controlarla). Van a las agencias de viajes en persona a cerrar sus billetes de avión y noches de hotel. Su frase de cabecera es: “Todo está inventado”.

Los segundos no les van a la zaga. Atacan todo lo escrito hasta la fecha sobre marketingpublicidad y comunicación. Realmente atacan todo lo escrito en libros, si no está posteado en un blog de referencia, no existe. Profesan una fe bíblica en las redes sociales. Para ellos todo el mundo tiene un perfil en Facebook. Sí, también tu abuela y mi hija de 4 años. La publicidad ha muerto (no importa que Coca Cola siga usando vallas o se anuncie en revistas) , los medios tradicionales han muerto (los 16 millones de espectadores de la Final del Mundial de Fútbol son moco de pavo). Sólo existe la red, internet y el ciberespacio. Sólo leen publicaciones de expertos en marketing digital, veteranos Community Managers (con eternos 2 o 3 años de experiencia en el sector) y gente con muchos seguidores en Twitter (si tienes más de 1.000 followers, eres de fiar). Todo el mundo tiene cuenta en Paypal y compra los calzoncillos on-line.

Apuesto a que tú también conoces ejemplos en los dos extremos.

Afortunadamente, además, tenemos a los verdaderos sabios. Esas personas que saben adaptarse a lo mejor de cada casa, orientados a sus objetivos y con un conocimiento amplísimo de su producto, de su público objetivo y de su propia empresa. En ese orden. Estos son los que mueven el mundo y de los que todos debemos aprender.

Como casi siempre, todo es más fácil, aceptar las bondades de las novedades, aprender de ellas, introducirlas, poco a poco y con cabeza, dentro del plan de medios. Leer a los clásicos, aprovechar sus teorías, muchas aún vigentes. Formarse en marketingpublicidad y comunicación para luego, usar los conocimientos adquiridos en el Social Media, en una campaña en radio, en prensa o imprimiendo flyers.

NOTAS:
Artículo publicado originalmente en TechpuntoCero.
Foto con licencia CC de Pixabay

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