Lo he hecho. Típica mañana de lunes que te pasa por encima. Basta. Me he visto con fuerzas y he salido corriendo. Sin mirar atrás y dejando el móvil en la mesa de la oficina. A lo Fernando Fernán Gómez. Con más ganas que intención me he sentado en la terraza de una cafetería en una céntrica calle de mi Murcia. Tan cercana y cada día más lejos. He decidido ganar una hora de mi vida. Ganar tiempo es más de una vez perderlo. Tres cafés tomando notas mentales de lo que veo. Trescientas personas. Hojeo el periódico y miro con descaro a los transeúntes oculto tras mis gafas de…