Ya sabéis que no soy de los que busca excusas a los malos resultados. De esos que todos conocemos que se quitan presión antes de las carreras diciendo que han entrenado poco, que el reto que se proponen es casi imposible, que les duele esto, que están muy tocados de aquello, pero luego hacen unos grandes resultados faltando al respeto al resto de compañeros. Mi caso es justo el contrario, siempre pienso que voy a tope, que voy a superarme, que he entrenado un montón, que me siento pleno de fuerzas. Con la cantidad de encajes de bolillos familiares y laborales que me encuentro a diario para conseguir cumplir (o casi) lo…