A la 1 de la madrugada del martes 29 de abril de 2014 el “Escualo 3” zarpa de Denia rumbo a Ibiza. Tengo, de nuevo, la gran suerte de encontrarme rodeado de personas con las que no te importaría perderte en una isla desierta. Repetimos 4 de 6. Con una baja improvisada de última hora: Txema se queda en tierra, dolido. Nosotros con su ausencia. Me llevaré a la tumba las vistas del cielo nocturno, con tantas estrellas que casi no puedo distinguir esas constelaciones a las que estoy tan acostumbrado. Dejamos atrás Castor y Pollux, con Júpiter, Procyon y Capella ocultándose al mismo tiempo por el oeste. Mágico. No tardo en…