La lista de propósitos de fin de año es el gran ejemplo anual pero tú sigues fumando, bebiendo, perdiendo el tiempo en Instagram, sin llamar a tu ex primo preferido, pagando todavía la cuota del gimnasio y sin ponerte las zapatillas de deporte más que para sacar al perro.
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La lista (otra vez)
Como cada comienzo de año es el momento de los propósitos, de las promesas, de los juramentos y de las proposiciones. Solemos echar la vista atrás por un instante y ver qué ha salido mal, ¿no? Valorar qué hacer para mejorar, ¿no? Intentar olvidar lo malo y hacer borrón y cuenta nueva, ¿no? Pues sí. Algunos dicen que de los errores se aprende aunque tengo serias dudas al respecto. Analizamos la situación, contemplamos la familia, observamos a nuestros amigos, escrutamos nuestro trabajo, nos miramos al espejo y de reojo echamos un vistazo a la báscula. Y no me refiero al peso físico, ese se quita fácil. Mucho más fácil que…